Nace de una idea
Precisamente de como plasmar experiencias que tal vez a alguien le sirvan, consejos que me hubiera gustado me los dieran en su momento, tal vez así no habría cometido tantos errores, si he escuchado un sinfín de veces “de los errores se aprende” pero me digo tantos errores no era necesario tenerlos y es precisamente por no haber planeado una vida, por querer escapar de una madre sin amor pero cuando eres madre entiendes que es hacer todo por los hijos, pero sobre todo querer lo mejor para tus hijos porque no quieres que ellos sufran lo mismo que tu, o porque no quieres que comentan los mismos errores, si claro tú no puedes vivir por tus hijos o evitarles errores, si, ellos deben aprender por si mismos; pero si esos errores que ellos comenten son guiados, es más fácil no hundirse más y salir victorioso de ellos? Claro con la experiencia aprendida, cuantos habitantes de la calle se suben a tu transporte pidiendo limosna y diciendo que han caído en las drogas, en los malos pasos por los malos amigos… y ya sabemos el resultado, destrucción de sus vidas tal vez ellos también tuvieron alguna vez en su vida, sueños, ilusiones pero no tuvieron quien los guiara, cuántas vidas no se habrían salvado por una palabra de aliento, alguien que solamente los escuchara, alguien que los guiara…
Y aquí es donde mi relato comienza a tomar forma, cerca estoy de los 53 años de vida, 53 años que han pasado de una manera inimaginable porque tuve un padre maravilloso, amoroso, inteligente, generoso, todo un gran caballero, fue contador y murió de cáncer cuando yo tenía apenas 14 años, han sido tantos años añorando sus enseñanzas, su cariño y todo lo que un maravilloso padre puede darte en abrazos, ternura y todo un futuro brillante que tenía reservado para mí. Fui adoptada, pero el jamás hizo a un lado su gran amor por no haber sido engendrada por él, todo lo contrario siempre me decía “Mi Reinita” y si, así vivía yo, en un castillo de cristal donde no solo las cosas materiales me rodeaban en cuanto a juegos, juguetes, vestidos, viajes, comida claro sobre todo los dulces, recuerdo que en la esquina de nuestra casa había un señor con un puestico de dulces, siempre salía de casa corriendo a buscarlo para llevar muchos dulces y chocolates conmigo y le decía “mi papito le paga cuando vuelva” mi pobre papá llegaba todas las noches a pagar lo que “Su Reinita” pedía, jamás me dijo pides mucho o no pidas mas, nunca lo hizo gracias a Dios no resulte diabética u obesa porque eran demasiados los dulces que consumía, y no digo gracias a Dios no resulte con ello por tener algo en contra, sino porque de una u otra manera son nocivos para la salud.
Como decía anteriormente las enfermedades son estados mentales, considero que el comer cantidades de dulces con ello trataba de suplir la falta de afecto de mi madre adoptiva.
Sin embargo si debo decir que en todo momento se debe amar a los hijos y respaldarlos así para ti no sea comprensible que es lo que quieren hacer o como lo van a hacer, si no lo sabes por lo menos escúchalos con atención si tu no los escuchas otra persona lo hará y no sabes cómo los aconsejara así que por tu bien y el de tus hijos es mejor escucharlos, si no sabes cómo se hace lo que te dicen, o no entiendes pídeles que te expliquen, guíalos, ámalos y jamás estés en contra de ellos, ni los acuses, tus hijos solo te tienen a ti si tu no los apoyas, si no confías en ellos ¿quien lo hará? Si esperas que tus hijos te cuiden en tu vejez debes estar con ellos cuando te necesiten, jamás veas a tus hijos como un problema, ellos no te pidieron que los trajeras al mundo, ellos no te pidieron nacer, fuiste tú quien tomo la decisión de tener un hijo y si no lo planeaste ¿porque no te cuidaste? ¿Porque te entregaste a la ligera? Eso es planear, si vas a tener un hijo para que otro lo cuide, o para que otro lo eduque entonces ¿para que te embarazaste? ¿Cruel? No, es la verdad, la que debemos asumir antes de embarcarnos en una vida sin planear, solo haciendo todo en tu vida porque toca.
Y porque tocó fue así mi vida, una vez murió mi amado padre mi castillo de cristal se derrumbó, el hogar que alguna vez tuve murió con él, el amor que pude haber sentido en mi vida murió con él, la protección, la seguridad y la confianza toda se fue con él, no solo murió un esposo, yo lo perdí todo, hasta la seguridad material se fue con él; a partir de ahí mi vida se volvió un solo errar sin guía, sin timón, empecé a trabajar sin haber terminado mis bachillerato, porque “necesitaban” mantenerme ocupada, solo tenía 14 años.
Veo a mis hijas cuando tuvieron esa edad y eran unas niñas donde en la adolescencia uno qué es niña, queriendo ser grande, con sueños tontos pero al fin de cuentas sueños, uno no sabe a esa edad que quiere, ni para donde va, los cambios de esa etapa de la vida no son solo físicos, son también emocionales, son actitudinales, allí se está definiendo tu futuro, vas a empezar a concretar lo que tanto querías ser cuando seas grande.
¿Cómo? empezando por culminar tus estudios básicos y yo no lo hice hasta muchos años después lastimosamente, desde esa edad yo salía del colegio con uniforme corriendo para el consultorio donde trabajaba como recepcionista, no alcanzaba almorzar y cuando empecé a recibir mi sueldo; me encontré con que tenía que pagar los servicios públicos que consumía en mi casa, tenía que comprar lo de mi desayuno, claro dejar para los transportes de tal manera que no recuerdo haberme comprado ni siquiera un par de zapatos porque no alcanzaba; “pero si a otras personas les pasan cosas terribles, que uno no se alcanza a imaginar todo lo que sufrieron” si, tal vez, pero también todo pudo ser mejor; ¿porque debo compararme con lo peor? Esta fue mi vida y cada cual sobrevive de acuerdo a las circunstancias pero ¿porque nos debemos conformar con lo que tenemos? Podemos aspirar a más a vivir mejor, a estar mejor, pero a esa edad realmente necesitamos un guía a nuestros padres, pero yo no los tuve; si, pudo ser mejor.
Una vez el estar trabajando sin ganas de nada, pero con ganas de experimentar de todo, abandone mis estudios en el colegio con la esperanza de terminar el bachillerato rápidamente con cursos de validaciones y si lo hice pero, perdí los exámenes y me quede con un 4° de bachillerato hoy en día 9° grado; a partir de ahí solo hice algunos cursos de aprender a manejar los pc, de secretariado y trabajaba todos los fines de año en almacenes, hasta que a los 18 años conocí el padre de mi hija mayor.
Hace 25 años murió en un accidente de tránsito, y aún lo recuerdo con cariño y realmente no sé porque lo recuerdo con tanto cariño porque no fue ni un buen marido, ni un buen padre, ni un buen hijo fue cruel conmigo, conocí el miedo con él, veo mi hija menor hoy en día con la edad que yo tenía cuando lo conocí y la veo tan frágil y así era yo, pero sin un apoyo maternal, sin afecto y en constantes conflictos, lo único que quería era salir corriendo de esa casa, y él fue una “tabla de salvación” para mí, pero siguen los errores me fui a vivir con él error garrafal, pensar que una persona va a ser la salvación en una situación determinada.
Mí amado padre que me tuvo en un castillo, donde jamás escuche a mis padres discutir, porque eso si debo resaltarlo nunca discutieron frente a mí, jamás una mala palabra, era un hogar de paz.
Y vengo a encontrarme con todo lo opuesto, solo insultos, golpes, malas palabras, droga, alcoholismo, problemas, infidelidad, hasta me drogaba para tener sexo con las empleadas domesticas que tuve, porque yo no sabía cocinar ni hacer nada, en la casa de mis papás siempre tuvimos empleada domestica.
Esa vida fue terrible, me la aguante porque no tenía para donde coger, el no quería que trabajara, siempre estaba en casa porque nunca me daba dinero ni para el diario, todo se sacaba “fiado” en la tienda para que el luego llegara a pagar; como solía hacerlo mi amado padre; pero la diferencia es que solo se compraba lo que a él le gustaba. Todos los días bebía excepto el domingo, que era el día de visitar su familia, pero todos los días discutíamos, todos los días había golpes y malas palabras, insultos; me sentía atrapada, sentía que no tenia opción, a los 23 años me embarace de mi 1er hija, fue una hija amada, deseada, me tocaba robarlo cuando se dormía de la borrachera para mandarle hacer su ropita, tuvo una cuna muy hermosa y yo pensaba que un bebe podría hacerlo cambiar, pero no. El era un adicto.
Alguna vez mi niña se intoxico con una comida en descomposición, era el tiempo en que racionaban la luz en mi ciudad, y claro la cadena de frio de los lácteos se había roto; el no aparecía por ningún lado, no es como ahora que con los celulares es fácil ubicar a alguien, claro, si quiere ser ubicado. Tuve que llamar a mi madre para pedir ayuda, cuando pasamos en el carro el estaba borracho con amigos en la calle, no le importo.
Solo hasta ahí pude darme cuenta que si no me importaba que pasaba conmigo, si debía importarme una hija que como lo dije anteriormente, no había pedido venir al mundo, fui una irresponsable al embarazarme viviendo con una persona con tantos problemas. Los hijos no son la solución a los problemas de las parejas si no hay respeto, porque considero que la palabra “amor“ está devaluada, cuantas personas estando con sus parejas, llámese novios, esposos; están con otro/a y dicen “yo amo a mi esposa/o” y están con otro/a, pero si hay respeto, eso no pasaría.
Luego allí fue donde empecé a organizar mis ideas, necesito salir de esta situación, pero ¿como lo hago? Empecé a buscar trabajo, sin tener mucha experiencia debía tomar el primer trabajo que saliera y empezar por algo así fue; empecé doblado periódico y revistas en un periódico al que poco tiempo después le pusieron una bomba, poco a poco fui consiguiendo mejores trabajos, ya podía hacerme cargo de una obligación, pero todo empieza con una idea, y luego vendría lo más difícil, como me voy de su lado; empecé por irme cuando él no estaba, pero siempre me encontraba, prometía que iba a cambiar y yo le creía, así paso el tiempo hasta que una vez muy borracho y muy drogado quiso suicidarse pero también me estaba obligando a consumir un frasco de insecticida, tuve que llamar a sus padres, gracias a Dios vivían cerca y lo llevábamos a la Cruz Roja, estaba muy mal, nadie podía controlarlo, rompía vitrinas, empujaba camillas, estaba fuera de sí por completo.
Esa fue mi excusa perfecta para no volver con él, ya tenía trabajo, tuve que volver a vivir con mi madre por el bien de mi hijita; creo que por fin había hecho algo coherente en mi vida sin embargo, ahí continuaría mi odisea por esta vida, él quería la custodia de mi hijita, y solo cuando una madre es incapaz de cuidar de ella se la otorgan al padre la custodia, por lo tanto allí frente a un juzgado de familia presento un documento en el cual; afirmaba yo era una prostituta, de esto me vine a enterar más adelante cuando su familia se burlaba de mi, regalándome trajes de índole sexual; realmente no me importó yo solo quería salir de esa vida de maltrato, sin miedo, pero viva y con mi hijita a salvo.
Por lo anterior puedo entender a todas aquellas mujeres que sufren maltratos y violencia intrafamiliar y con ese mismo conocimiento puedo decirles que si se puede cambiar de vida, que si puedes tener control de tu vida solo necesitas tener confianza en ti misma y no depender de alguien para hacerlo, pensar como lo vas a hacer y sobre todo y lo más importante, decisión de hacerlo, para que en el camino no cambies de parecer.
No importa cómo fue tu pasado, lo importante es lo que harás a partir de ahora
Como lo decía inicialmente empezar no es fácil, lo más importante es querer hacerlo, tener paciencia que poco a poco se van dando las cosas, se van abriendo caminos solo debes proponerte seguir en una nueva vida.
Los pensamientos positivos de “si puedo hacerlo”, “lo voy a lograr” son algo que no debe faltar en tu mente, recuerda que eres lo que piensas y tu futuro está dado con base en lo que piensas. Si tienes pensamientos de “pobrecita”, de desesperación; eso es precisamente lo que vas a atraer a tu vida.
Tú decides!
Con tus pensamientos, estas emitiendo vibraciones que llevan a una acción y esa acción es la que debes emprender de lo contrario, tu vida será un caos y no conozco alguien que desee tener una vida llena de caos; por el contrario buscamos una vida en plenitud, una vida en equilibrio y ese equilibrio es el que debemos buscar y se empieza planificando tu vida, ¿qué es lo que quieres?, ¿hacia dónde vas?, ¿cómo pretendes hacerlo?, ¿cómo te ves en un tiempo determinado 1 año, 5 años, 10 años, en tu vejez? Porque allá llegaremos y si amas a tus hijos ¿qué vida quieres para ellos? Una vida de dolor o una vida en plenitud, planificada. Todo empieza por casa, y los hijos imitan lo que ven por eso mismo debemos procurar una vida para ellos que sea en equilibrio y esto en todos los aspectos de sus vidas y claro las nuestras.
No podemos pretender que si hemos ignorado a nuestros hijos en lo que piensan, lo que desean, sus problemas, sus incertidumbres porque recordemos; nuestros hijos bien sean biológicos o adoptados no han pedido venir a este mundo, o a nuestras vidas en el caso de las adopciones y estas últimas tampoco deben ser por satisfacer a nuestra pareja, en el momento que la pareja por la cual se hizo la adopción llegase a no estar presente, bien por abandono o por fallecimiento; ese hijo adoptado no va a ser amado y así crecerá sintiendo que es un problema, que no hace parte de una familia y si se lo recuerdan peor, y luego están pretendiendo que amen a su “madre/padre” en su vejez, les den amor y atención que nunca le dieron.
Todo ello para que seamos consientes de una planificación del futuro, nadie es eterno por lo tanto; las decisiones que se tomen se deben basar en que pasaría si...
Y aquí viene el refrán de “no hagas a otros lo que no quieres que te hagan” quieres amor, da amor, quieres que se preocupen por ti, preocúpate por los demás, mi primera preocupación debe ser mi entorno más cercano y este es mi familia, al fin de cuentas, estará conmigo por el tiempo que permanezca en este mundo, en cambio los amigos van y vienen aunque esto no será una regla de oro, hay amigos más cercanos que la propia familia y mucho más dispuestos de acompañarnos en las buenas y las malas, la familia no se escoge, pero es tuya, los amigos si puedo escogerlos.
Como quisiera que en algún momento de mi vida, alguien me hubiese guiado, me hablara con cariño acerca de cómo me veía en el futuro o que quería para mi etc. Esas preguntas te las hacen en una entrevista de trabajo, pero obviamente no te van a dar algún consejo allí simplemente sirves o no, para el trabajo al cual te postulas.
Y volví a caer en otro error no habiendo aprendido del primero evidentemente; con el papa de mi segunda hija; y es lo que ocurre la mayoría de las veces en las mujeres, porque no somos capaces de manejar la soledad, aprender a vivir con nosotras mismas sin depender de un hombre al lado, y aquí es donde las mujeres por temor a estar solas aceptan cualquier tipo de vejámenes incluso a sus propios hijos.
Repetía el mismo error con un hombre que solo mentía, pero cuando me di cuenta de ellas ya era demasiado tarde, vivía con un acosador que no trabajaba luego le quedaba tiempo para todo, en mi trabajo, al salir del, al desplazarme, siempre estaba allí, no podía romper esta relación y ya estaba en mi segundo embarazo; tampoco planeado sin embargo esta criaturita fue la que me conecto con el lado sensible que había perdido, fue muy difícil deshacerme de este hombre que tanto mal causo, ya que sicológicamente nos afecto a todas con este delirio de acosador, el cual intento causarme daño con un martillo, malas palabras, golpes, otra vez maltrato familiar.
No entiendo aun porque atraía este tipo de conductas en mis parejas, de ahí en adelante solo me he dedicado a mis hijas y a mi trabajo, pero no había llegado donde un sicólogo que me ayudara a limpiar, sanar este tipo de duelos, la carga de un hogar sin ninguna ayuda, solo la ayuda constante de Dios a mi lado, lastimosamente yo no era consciente de ello, ni tampoco de un poder mental con el cual puedo forjar mi camino.
Recordemos que las palabras tienen poder y yo declaro que es lo que quiero para mi vida y claro Dios estará conmigo pero “ayúdate que yo te ayudare” Siempre estamos esperando que alguien nos solucione la vida, pero yo ¿hago para solucionarla?
Con todas las experiencias que tuve en mi vida no solo como hija adoptada, en un hogar que fue muy funcional hasta que murió mi amado padre; como madre y todo lo que debe hacer una mujer para que su hogar funcione, rendir en un trabajo como todos tenemos que hacerlo, hasta quienes tienen mucho dinero precisamente porque ellos están cuidando su inversión; hasta el día de hoy como lo dije anteriormente cerca de los 52 años, hago un alto en mi vida y me cuestiono a cerca de ¿que haré en adelante? ¿Qué quiero para mí? Con mis hijas ya universitarias y una de ellas viviendo fuera del país, logre entender que volveré a estar sola, habiendo cumplido satisfactoriamente mi deber de madre, con cosas que hubiese querido cambiar, que fueran mejores claro, pero con una gran esperanza de tener una vida de aquí en adelante en equilibrio, en plenitud, en salud y bienestar; pero aun a pesar de mis años también debo planear y no es precisamente cuidando nietos, NO.
He visto como se tienen hijos para que otros los cuiden, luego para no cometer este error si es muy importante que mis hijas y por supuesto que lo saben, es ¿quién les va a cuidar sus hijos?, esto no con el ánimo de ser una abuela desalmada, sino con el fin que ellas planifiquen, pero no acosta mía. Cuantos abuelos ya cansados los ve uno haciéndose cargo de sus nietos, no los han dejado descansar y no significa que uno no ame a sus nietos, NO. Los ama y por que los ama es que desea para ellos una buena vida al lado de sus padres, no me parece justo que toda la vida la pasemos criando o bien nuestros hijos o los hijos de nuestros hijos.
Parece que a los hijos se les olvida que los padres también tenemos derecho a disfrutar nuestra vida, hacer cosas que dejamos de lado por criar a nuestros hijos, disfrutar de una pensión para hacer lo que queramos, nos lo hemos ganado y sencillamente nos hacemos a un lado para que la siguiente generación haga su vida, nosotros ya la hicimos y entregamos nuestra juventud a hacerla y bien o mal, ya culminamos esa etapa de crianza y ahora nos enfrentamos a la etapa conocida como “el nido vacío” y precisamente para esta etapa me estoy preparando dando lugar a este hermoso libro, que como lo dije en algún momento, ya quisiera me hubieran hablado a cerca de algunos a partes de este libro, este libro no es la llave de la vida, ni cómo solucionar tu vida, son solo algunos tips que pueden ayudar o no a aquel que desee tomarlos.
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